Uno de los problemas a los que se enfrenta el alumnado en la etapa escolar en la que se inicia el aprendizaje de los números es la interiorización del concepto de cantidad representado por cada número. Esta interiorización se va a ver dificultada en mayor medida cuando, posteriormente, se inicie el aprendizaje de los números de más de una cifra; ya que, en estos, el valor de dicha cantidad va a variar, además, en función de que su posición esté más a la izquierda o más a la derecha.
A las dificultades anteriormente expuestas se une también el hecho de que, en esas etapas tempranas de la escolarización, el proceso de maduración cerebral también se halla en una fase temprana y con ello, como parte integrante de dicho proceso madurativo, también se halla en fase temprana el proceso de desarrollo de la propia lateralidad; es decir, la toma de conciencia y desarrollo de las nociones izquierda primero y derecha después, en relación con los objetos y al mundo que le rodea, pero también en relación a su propio cuerpo.
En Multiplica y Divide en un Plis, las decenas y las unidades no son solo números, son también personajes de una historia. Ello nos va a permitir la consecución de un doble objetivo: por una parte, potenciar una visualización más intuitiva del mencionado concepto de cantidad; y por otra, favorecer también el desarrollo de la lateralidad. Así, en cada una de las fotos de la historia, se rompe con la monotonía de las unidades y las decenas: los números grandes (los adultos) representan a las decenas, por lo que están a la izquierda, ya que van primero; y los pequeños van después porque representan a las unidades. Como también muestra la imagen anterior, dicha secuenciación decena-unidad se puede realizar, entre otras posibilidades, en función de unas preferencias (bufanda, biberón …) cuyas bases aparecen reflejadas en la página 13 de Multiplica y Divide en un Plis. A modo de ejemplo:
Asimismo, como parte del material didáctico de Innovaseries, hay unas lonetas a disposición de los centros escolares en la que se utiliza una de estas preferencias (biberón-cinco pequeño).
Así, como puede verse en las imágenes que aparecen en dichas lonetas, todos los personajes-unidades miran a la izquierda, porque quieren saber quién es el que va a salir del huevo (representado por el cero) a punto de romperse; todos, excepto el seis pequeño, que mira hacia la derecha porque se le está escapando el globito (el nueve pequeño). A la izquierda del 5 hay un biberón orientado hacia su “boca” (la concavidad de la curvatura del 5). Esto, al tiempo que permite servir de modelo para la escritura de los números, contribuye al doble objetivo de favorecer el desarrollo de la lateralidad y potenciar aún más la memoria visual al alargar en la mitad de la loneta la distancia entre el cuatro y el cinco, utilizando un elemento de referencia no numérico (biberón) que ayuda a focalizar su atención.
Cabe señalar que ello forma parte de un proceso dinámico y flexible, adaptado al progreso del aprendizaje; ya que, en realidad, se trata de dos lonetas yuxtapuestas que en fases posteriores, cuando el alumnado deje de hacer inversiones, se solaparán de modo que el cinco ya deje de “ser un bebé”.
En cuanto a los ojos de cada número, su objetivo también es doble: por un lado indicar el sentido hacia donde se dirige la mirada de cada una de las unidades (todos miran a la izquierda, excepto el seis …) y por otro, indicar al alumno el punto por donde se debe iniciar el trazado del mismo.
Otro aspecto importante a señalar, además de las diferencias en cuanto al tamaño de la representación entre las decenas y las unidades, es que la monotonía entre ellas se va a romper aún más con otros detalles que reforzarán dicha diferencia entre adultos y pequeños y que potenciarán la memoria visual: como estar plantado en tierra o en una maceta (caso de los números 1, 4 y 7 que son los que representan a plantas) o portar sombrero o no (números restantes). A modo de ejemplo, con el 24 y el 42:
Y en Multiplica y Divide en un Plis, a su vez, se va a romper la monotonía incluso dentro de una misma decena; ya que, dicha decena va a presentar diferencias en función de la unidad que se encontrará junto a ella, a la derecha de la foto:
- bien en función de las preferencias ya mencionadas de dicha unidad (manzana, biberón o bufanda):
- bien en función de las emociones que una determinada unidad suscita sobre la decena que está a su izquierda en la foto. A modo de ejemplo (también en la página 13 de Multiplica y Divide en un Plis):
Así, en función de la unidad que esté a su derecha, las decenas podrán mostrarse felices, llorando, tranquilas, asustadas, enfadadas…
Dichas preferencias y emociones van a potenciar además el carácter intuitivo-deductivo de la actividad psicomotora del alumno, al constituirse en “pistas” para que el alumnado proceda a trazar la unidad correspondiente, partiendo de cada decena.
Actividad intuitivo-deductiva que se completará (ver en la sección “Preguntas Frecuentes”) cuando a partir del color y forma del marco de cada foto y del color de los objetos que portan las decenas, el alumno desarrolle el proceso mental de multiplicar, descomponer factorialmente y dividir.
Todo ello va permitir a Multiplica y Divide en un Plis maximizar el aprendizaje intuitivo-deductivo a través de la potenciación mutua (retroalimentación) entre la memoria visual y el desarrollo psicomotor.